15 minutos de fama

El reloj marcaba las 07.45 hs y de a poco los melmacianos comenzaban a despertarse después de una noche sábado atípica. Si uno lo piensa en frío, levantarse un domingo antes de las 8 de la mañana es una locura para cualquier persona. Más todavía cuando los domingos son, justamente, el único día que tiene la gran mayoría del plantel para descansar un poquito más de lo habitual y recobrar fuerzas para arrancar la semana. Pero hay una locura llamada Melmac, que a pesar de no llegar al partido con los mejores antecedentes, no veía la hora de empezar a revertir la imagen pálida que venía dando en la mayoría de los encuentros disputados a lo largo de este 2012. Quizás ese frío de la primera mañana, y ese horario tan sacrificado que recordaba a las históricas jornadas de la Categoría D (en la cuál Melmac participó por 3 años consecutivos), eran presagio de una buena mañana que se venía.

Apenas pasadas las 09.00 hs el juez de turno (un viejo conocido de los tricolores) daba por iniciado el cotejo que ponía frente a frente a Melmac con Los Pete, equipo que marchaba puntero y que había perdido solamente un encuentro (contra Santa Cruz, el mismo que venía de vencer a los melmacianos). En la previa estaba todo dado para ver un maravilloso partido. Para colmo, la cancha 5 del predio universitaria lucía más brillante que nunca, con una garúa que hacía patinar la pelota como en los mejores estadio de Europa. Con todos estos condimentos arrancaba la historia.

Melmac salió desde el comienzo a buscar el partido con un 4-3-1-2 tan clásico como ambicioso. Con dos volantes por afuera punzantes, un enganche y dos delanteros. El control durante los primeros minutos fue de los interplanetarios, pero sorpresivamente antes de los 20 ya estaban abajo por dos goles en el marcador. Como siempre se dice en el fútbol, los goles no se merecen, se hacen. Y Melmac no hizo más que tener la pelota e intentar ganar terreno pero sin claridad. Los rivales, en cambio, aprovecharon pequeñas ventajas que dieron los vestidos de amarillo para ponerse 2-0 en el marcador. Así, entre intentos fallidos por encontrar el descuento y mucho fastidio por lo injusto del resultado, se iba un primer tiempo que pasó de manera fugaz y dejando abatidos a los amigos de Alf.

En la charla del entretiempo todos tenían la misma sensación: que la moneda a lo largo de este año no estaba cayendo nunca del lado de los tricolores, más allá de que el rendimiento sea bueno o malo. Se arengaron mucho entre todos y salieron a la cancha a intentar revertir algo de este presente negro. Durante los primeros minutos del complemento, los muchachos de LP se resignaron a defender la ventaja conseguida y ceder por completo la pelota a los amarillos. Melmac iba, iba e iba con buenas ideas pero no lograba concretar. Los cambios empezaban sucederse, para darle un poco de aire al equipo y el reloj marcaba 25 minutos cuando las chances melmacianas comenzaban a esfumarse y la bronca otra vez se apoderaba de todos y cada uno de los jugadores por la mala suerte constante.

Pero aquí viene la parte más linda de esta jornada inolvidable. Faltando 15, Salva capturó una pelota que quedo picando alto en la puerta del área grande y de cabeza puso el descuento por el único lugar donde podía entrar la pelota. Ese gol fue una inyección anímica para que Melmac se de cuenta de que todavía no estaba todo perdido. Así fue que los ataques y los desbordes llegaron al por mayor, con un rival ya entregado de pies y manos. De tanto ir, el premio iba a llegar: luego de un buen pase de Valen, Domenech (que había ingresado unos minutos antes) estampaba el empate con una buena definición abajo. Y en tiempo de descuento, cuando ya el empate era un gran premio, un disparo potentísimo de Valentino desde afuera del área se metió pegado al travesaño para desatar la locura de todos.

El premio para los tricolores llegó después de mucho esfuerzo. La suerte a lo largo de este 2012 fue esquiva en todo momento y parecía que una vez más el triunfo se le iba a escapar. Pero en una ráfaga de buen fútbol, empuje y una dosis de fortuna, los melmacianos pudieron dar vuelta el encuentro y quedarse con 3 puntos claves en esta difícil lucha por el ascenso. Si bien hay muchos equipos por delante del elenco interplanetario, también es cierto que justamente lo que necesitaban estos muchachos era sentir que la moneda una vez caía de su lado. Por eso desde aquí, esperamos que el último partido haya significado un quiebre para lo que queda del torneo y las cosas terminen de enderezarse de una vez por todas, y que el éxito vuelva a colarse en el bolso tricolor.

Para todos aquellos que entre promociones, ascensos, descensos y copa libertadores vivieron unos últimos días a puro fútbol, este lindo uno x uno...


Nacho (6): Para el uno melmaciano, fue otro partido en el que injustamente vencieron su valla en dos oportunidades, pero en ninguna hubo responsabilidad directa de él. Luego, tapó un gran mano a mano que podría haber hundido las chances del tricolor.

Pepo (5.5): El duro central melmaciano no tuvo una de las actuaciones sobresalientes a las que nos tiene acostumbrados. Raramente perdió demasiado en los mano a mano, y cuando pudo pasar al ataque (como lateral derecho) no pudo profundizar. Flojo.

Feli (6.5): Formó dupla de centrales con el hombre experimentado del plantel. Controlaron bien a los delanteros (al delantero mejor dicho) rival y siempre que lo encararon resolvió con simpleza, como deben hacer los zagueros. Un buen partido para él.

Eloy (6,5): Al igual que Feli, sacó las pocas que llegaron por arriba y de abajo controló bien a un delantero que a pesar de estar un poco aislado tenía mucho movilidad e inteligencia. Un doctor que siempre está a la altura de las circunstancias.

Pini (5,5): Por su lado no lo atacaron demasiado, por lo que contó con bastante libertad para sumarse al circuito ofensivo de los tricolores. Sin embargo nunca lo hizo con peligro. Tuvo algunas escaladas, pero en ninguna logró lastimar como en sus mejores actuaciones.

Diego (5,5): Luego de una larga ausencia volvía a pisar el verde césped el hombre más fanático de la cerveza. Se lo notó un poco falto de timming y de velocidad de resolución cuando el partido pedía ir para adelante como sea. En la marca, alternó aciertos con errores.

Lucho (7): El capitán tuvo un rendimiento parejito a lo largo de todo el partido. Una pequeña fisura en el primer gol de LP pero luego un esfuerzo físico impecable. Entró en los últimos 15 minutos para vivir en cancha la remontada final. Jugó, metió y se esforzó mucho.

Mati (7,5): Todos piensan que si D`Alessandro no fuese tan calentón sería mucho mejor. Nunca lo sabremos. Mati es calentón, se queja pero así y todo la rompe. Demostró un despliegue físico impresionante, y siempre que la tuvo fue claro. Un crack.

Nachito (6): Si uno miraba el partido desde un helicóptero hubiese puteado tanto como puteó Nachito por lo poco que le llegó la pelota. Se lo vió fastidioso por su poca participación. En las que tuvo, algunas las hizo bien y otras resolvió un poco apresurado.

Valen (8,5): Sin haber jugado un partido magistral, fue el arma más peligrosa de Melmac. Se peleó con todos, encaró a todos y se puso al mando de la remontada en los minutos finales. Coronó la mañana con un golazo que le dio el triunfo a Melmac.

Lean (6): Uno de los hombres que llegó desde el banco para darle un poco de aire fresco al mediocampo tricolor. Si bien no fue tan incisivo como nos tiene acostumbrados, su presencia complicó a la defensa porque se pegó bien a la línea. Bien.

Salva (7,5): El tanque entró para buscar conectar alguna de las pelotas que llegaban incómodamente al área de LP. Así fue que en una confusa jugada le quedó al borde del área con el arquero adelantado y cabeceó por arriba poniendo el descuento. Luego, muy bien en sus movimientos.

Eze (7,5): Otro de los que reaparecía en cancha después de una larga inactividad. Entró en los últimos 15 y con mucho oportunismo puso el empate luego de un pase de Valen. Después se lo vio muy activo buscando hasta el final en todas las que tuvo cerca.

Lobo (5,5): Empezó el partido intentando aprovechar los espacios y el terreno parejo que ofrece la cancha 5 para meter sus clásicos desbordes. En contadas ocasiones llegó a lastimar, y se lo vió muy cansado en los últimos minutos. Partido para el olvido.

Gena (5,5): Cuando el partido estaba cerrado y Melmac se ponía cada vez más nervioso por estar perdiendo 2-0 de manera inmerecida, tuvo un mano a mano claro que desperdició por arriba del travesaño. Después intentó siempre, pero sin éxito. Flojo.